Tulancingo epiclásico

(570 D.C. al 900 D.C.)
570 D.C.

El imperio teotihuacano llega a su fin y estalla una revolución política y cultural mediante la cual, los pueblos relacionados con Teotihuacan logran su autonomía y le imprimen su propio sello a sus manifestaciones artísticas y culturales. En este periodo, la clase militar desplaza a la clase religiosa.

645 D.C.

Los toltecas llegan a Tulancingo comandados por 7 capitanes, uno de ellos llamado Acapichtzin, nombra a este maravilloso valle como “Tollantzinco”, que en náhuatl significa “Lugar de la venerable capital”.

662 D.C.

Después de vivir 17 años en Tulancingo, los toltecas reciben la orden del astrónomo Huémac para dirigirse a Tula, con el objetivo principal de fundar su segunda capital.

700 D.C.

Tulancingo establece relaciones comerciales con Cholula, Tuxtla, Tenayuca y Tajín.

750 D.C.

La zona de Huapalcalco alcanza nuevamente un grado alto de prosperidad y durante el epiclásico, empieza a crecer hacia el sur, en el lugar conformado por “La Cañada” y “El Pizarrín”, en donde se establecen varios conjuntos habitacionales de diferentes clases sociales.

800 D.C.

La cerámica producida en el valle de Tulancingo presenta similitudes con las vasijas producidas en Cacaxtla y Xochicalco.

870 D.C.

El célebre rey Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcoátl llega a Tulancingo, a la edad de 28 años, para recibir su envestidura de sacerdote en Huapalcalco.