CEDSPI y gobierno municipal acercarán a pobladores de Santa Ana un programa de certificación en lengua otomí

Tomando en consideración que Santa Ana Hueytlalpan concentra el mayor número de hablantes de Otomí dentro de la demarcación, la Comisión Estatal para el Desarrollo Sostenible de los Pueblos Indígenas (CEDSPI) y el gobierno de Tulancingo pondrán disposición de hombres y mujeres un programa gratuito con el cual podrán certificarse como intérpretes de dicha lengua y así apoyar en la procuración de justicia.

Hasta la fecha hay 16 inscritos pero el objetivo es un grupo más extenso a fin de que la población que domina esta lengua entre un 85 a 95 por ciento, se profesionalice y obtenga un documento oficial.

Esto también favorece, que puedan dar apoyo cuando exista algún asunto de orden jurídico que requiera su intervención para traducir del otomí al español.

Actualmente, la Dirección de Atención a Pueblos, Comunidades y Población Indígena de Tulancingo recibe las inscripciones de ciudadanos de entre 18 a 60 años que busquen certificarse; el único requisito es dominar el Otomí, en un mínimo del 85 por ciento.

Para efectos de inscripción al programa de certificación se solicita: identificación oficial con fotografía, CURP, acta de nacimiento y comprobante de domicilio.

Las oficinas de la Dirección de Atención a Pueblos Comunidades y Población Indígena de Tulancingo están ubicadas en el segundo piso de presidencia municipal, al interior de la Secretaria de Desarrollo Humano y Social, con un horario de atención de 8.30 a16:00 horas.

La certificación es con base a un examen oral que realiza la CEDSPI.

Antonieta Roldan Lucio, Secretaria de Desarrollo Humano y Social dijo que la certificación se torna importante ya que existen situaciones en donde víctimas de delitos o personas vinculadas a procesos legales se enfrentan a una barrera para su defensa o de acceso a la justicia debido al factor de diversidad lingüística.

Con esta certificación también se da un paso importante para cumplir la encomienda del presidente Jorge Márquez Alvarado, para equilibrar el uso entre las lenguas indígenas y el español a fin de evitar que las lenguas maternas sean desplazadas y en consecuencia haya menos posibilidades de transmisión generacional; además de permitir un desarrollo laboral más amplio, para quienes se certifiquen.