El 27 de septiembre de 1821, hizo su entrada triunfal en la Ciudad de México, el Ejercito Trigarante junto al “Batallón de la Lealtad”, conformado por la 7ª división de infantería, 205 patriotas tulancinguenses, las compañías de Huachinango y Zacualtipán y en la 8º división de caballería, 324 dragones de Tulancingo y 132 de Apan.
El 3 de abril de 1823, llegó al pueblo de Tulancingo, en calidad de preso político el emperador Agustín de Iturbide en compañía de su esposa la emperatriz Ana María Huarte Muñiz, sus 8 hijos, su padre y sus colaboradores más cercanos, después de algunos días, fue condenado al exilio a Liorna, Italia.
El 23 de diciembre de 1823, por medio de un decreto emitido por el Congreso de la Unión, se creó el Estado de Querétaro, gracias a las gestiones realizadas por el ilustre sacerdote tulancinguense Félix Nabor Osores y Sotomayor.
En 1824, el Gobierno de la República tiene la intención de designar la capital del Estado de México y se indica que podría ser Texcoco, Tlalpan, Toluca o Tulancingo.
En 1825, el ilustre sacerdote y educador Nicolás García de San Vicente fijó su residencia en Tulancingo, en donde desarrolló un método de lectura llamado “El silabario de San Miguel”, a través del cual, le enseñó a leer a millones de mexicanos, gracias a esta contribución es considerado como “El padre de la pedagogía en México”.
El 17 de abril de 1825, nació en el pueblo de Tulancingo, el ilustre médico y compositor Aniceto Ortega del Villar, conocido en Europa como “El Chopin mexicano”. Su obra musical más reconocida es la “Marcha Zaragoza”, la cual es considerada como el primer himno nacional mexicano mediante un decreto del presidente Benito Juárez.
El 5 de junio de 1825, nació en el pueblo de Tulancingo, el ilustre abogado, político y militar Manuel Fernando Soto Pastrana, quien se distinguió por sus ideas liberales. Gracias a sus gestiones como diputado federal, logró la creación del Estado de Hidalgo en 1869.
El 7 de enero de 1828, se llevó a cabo la célebre “batalla de Tulancingo”, donde el general Vicente Guerrero y las fuerzas federales derrotaron al general Nicolás Bravo y a sus hombres, quienes fueron hechos prisioneros y condenados al exilio. Gracias a este triunfo, Vicente Guerrero se convirtió en presidente de México.
En 1830, don José Adalid un rico hacendado pulquero construyó en Tulancingo uno de los jardines más bellos de la República Mexicana.
El 8 de mayo de 1840, la ciudad de Tulancingo fue visitada por la ilustre viajera Madame Calderón de la Barca.
El 15 de septiembre de 1842, el presidente Antonio López de Santa Anna, emitió un decreto por medio del cual se creó el escuadrón de coraceros de Tulancingo.
En 1844, en Tulancingo fue inaugurado uno de los teatros más importantes de nuestro país, llamado “Guillermo Prieto”, por el empresario español Bartolo Barredo, en el centro de la ciudad.
El 4 de febrero de 1848, el general Scott Winfield asumió de manera provisional el gobierno de la República Mexicana, durante la intervención estadounidense. Durante su mandato, creó un decreto mediante el cual se anexó al Distrito Federal; el distrito de Tulancingo.
El 27 de abril de 1853, el ilustre liberal Melchor Ocampo fue detenido en la Hacienda de Pomoca, Michoacán, por órdenes del presidente Antonio López de Santa Anna, para conducirlo en calidad de preso político a la villa de Tulancingo.
El 9 de noviembre de 1854, el gobierno del Estado de México emitió un decreto mediante el cual se le concedió al pueblo de Tulancingo, el título de villa y se le nombró Tulancingo de Santa Anna.